Propuesta
de Solución a la situación de riesgo social “Corrupción en las Alcadías”
La corrupción se está
convirtiendo en cáncer que afecta a la economía, hiere la credibilidad de
las empresas y de los emprendedores, desalienta la atracción de inversión
y talento y debilita todo intento de proyectar a un municipio. Hay que
tomar conciencia de la importancia de crear una cultura anticorrupción y
de su complejidad, de sus raíces sociales.
Las propuestas para
cambiar el panorama actual van desde un cambio personal y familiar “cambios
orientados a recuperar valores y principios éticos” hasta promover reformas
normativas para establecer sanciones más severas contra los corruptos, como no
aplicar casa por cárcel ni permitir reducción de penas por buen comportamiento.
Es necesario, además,
“ejercer control social, a través de veedurías proyectos o convenios. Acceder a
la información pública, exigir control político e involucrar a la ciudadanía en
las decisiones administrativas”.
Las personas no tienen
criterios para entender lo que pasa a su alrededor, en las mesas de
participación por ejemplo. Se debe cambiar la cultura así la institución no
ayude. ¿Cómo hacer para que las personas entiendan que esto puede cambiar?
Debemos ser más participativos, no dejar que otros elijan por nosotros,
así no tendremos tantos vacíos y no como
la gran mayoría, la pregunta de siempre. ¿Para dónde vamos? Deben educarnos para participar.
Como medidas de solución y factor central sería el
poder:
Destacar
a los ciudadanos y organizaciones sociales que realizan ejercicios de control
social y tuvieron resultados exitosos de seguimiento a la gestión pública.
Transparencia
radical, total y digital de la información pública.
Todos los
contratos, licitaciones, normativas, resoluciones, etc. de las Administraciones
Públicas deberían ser públicos y accesibles a todo el público vía internet, un
correo institucional al cual tengamos acceso todos.
Incentivos
a las denuncias judiciales serias, sin juicios mediáticos paralelos: Se debe incentivar y respaldar todavía mucho
más la denuncia fundamentada de un indicio de corrupción. Esto es, no sólo
protección y anonimato. Se deben facilitar garantías, procedimientos claros y
publicitados para que los ciudadanos puedan hacer uso de ello.
Propuestas
de una Ley
de protección jurídica a
todos aquellos ciudadanos denunciantes de posibles casos de corrupción., a la
vez limitar los juicios mediáticos paralelos gratuitos, o penalizar denuncias
con escaso o nulo fundamento, la corrupción está acabando en un circo que daña la imagen de un municipio, ciudad y
de la sociedad en general.
Auditorías públicas:
Responsabilidades relevantes para auditorias privadas que no identifiquen
fraude y corrupción de las cuentas auditadas cuando en las mismas se
identifiquen delitos de esta naturaleza. Difusión digital y pública de
los informes y auditorias. Incentivar las mejores prácticas auditoras
profesionales y de control.
Más
jueces y más recursos judiciales contra la corrupción: más medios judiciales
especializados para mejorar las respuestas. Disminución radical del tiempo en
los procesos y aplicación de sentencias tras la dotación de medios. Diligencia
y efectividad judicial.
Financiación
real de los partidos políticos: nuevas bases de financiación de los partidos
políticos ampliando de forma realista los canales de una financiación
transparente. Las donaciones privadas de terceros deberían ser públicas en un
espacio web, limitadas en su cuantía y motivadas en cualquier caso. Control de
la financiación diferida a fundaciones o terceras vías en general. Regulación
orgánica y muy severas penalizaciones a partidos que incurran en falsedad,
fraude o financiación ilegal. La simple vulneración de los principios de
ejemplaridad, en cuanto a transparencia económica, financiera y contable de un
partido político debería ser objeto de sanciones muy relevantes recogidas por
ley. Prohibición de la condonación de deudas.
Menos
cargos públicos, mayor retribución y asunción de mayor responsabilidad.
Fortalecimiento
de la función pública y la igualdad de oportunidades en su acceso. Que un
Alcalde u otros altos cargos políticos tengan el máximo poder y las mayores
responsabilidades obteniendo retribuciones muy inferiores al sector privado
tiene muchos efectos perversos, entre ellos, el intento de acceder a ingresos
extras complementarios al margen de la ley.
Fomentar
y premiar buenas prácticas de Administración pública, con el objetivo de que los ciudadanos valoren
y premien las buenas prácticas; y los políticos y gestores públicos
encuentren un crédito político a su buena gestión. Premios, reconocimientos
frecuentes y otorgados por instituciones y órganos que ostenten la mayor
reputación.
Educación,
educación y más educación:Educación en la escuela, en la secundaria, en la
universidad, en la sociedad… de los valores éticos que fortalecen la cohesión
social, la igualdad de oportunidades y la convivencia social. Rechazo radical a
la corrupción en todas sus manifestaciones. Fortalecimiento de los códigos
éticos profesionales en colegios y asociaciones. Velar por la reputación
profesional e institucional. Y en general en todo tipo de políticas de buen
gobierno y responsabilidad corporativa en empresas e instituciones. Se trata de
construir una sólida “cultura ética” ciudadana contra la corrupción,
equiparable a la de otros países.
Las
recalificaciones de suelo, la elaboración de planes de ordenación urbana, la
propia gestión del suelo, el control urbanístico son tan claves para luchar
contra la corrupción, como la propia Ley que regula los Contratos del Estado
con empresas privadas. La corrupción municipal está en gran medida unida a la
gestión urbanística. No es un tema fácil, pero si hubiera voluntad política
real también se acabaría con esta fuente de corrupción. La lentitud en la
gestión de los cambios urbanísticos no es sinónimo ni de transparencia, ni
garantiza los intereses públicos. Si cada cambio fuera mapificado y publicitado
con claridad en los medios de comunicación (por ley), si toda la información
hasta sus más mínimos detalles estuviera en Internet, los criterios
justificativos de su tramitación, catalogación, etc.; efectivamente se darían
pasos importantes. Pero sin educación ciudadana, sin sensibilidad hacia estos
problemas, es difícil que esta fuente de corrupción pueda ser atajada municipio
a municipio. En general se deberían endurecer las penalizaciones. Quizás habría
que valorar que ante cualquier caso de corrupción o ineficiencia grave y
objetiva el municipio debería perder sus atribuciones durante un determinado
periodo de años.
Gran
pacto nacional contra la corrupción: Si se identifican grandes objetivos
nacionales asumidos de forma responsable y colectivamente: la lucha contra la
corrupción dada su entidad y generalización, merece un gran pacto, un
compromiso de tolerancia sin corrupción, sería básico para que las medidas
apuntadas arriba tuvieran el alcance y efectividad deseadas; pero también para
generar un clima que impida que los partidos se enfrasquen a la defensiva y por
el contrario pasen a ser proactivos con la intolerancia hacia la
corrupción, tomando decisiones efectivas y ejemplares. Concluyendo…
menos jalear casos de corrupción y más
medidas efectivas en contra de ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario